1. |
Lágrimas, sangre y sudor
05:17
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Doscientas veces que nos negamos,
dos mil más
que nos dijimos que no,
y no habrá más que otra única opción
de liberarnos de una vez,
de alimentar
al animal que, con sed,
aún sigue aullándonos y ahogando y que esta vez
fuerza el fallo y falla en bastos
basta un fallo y pierdes y él
sonríe y se echa un trago y tuerzo el gesto al ver que
me quemaré por tí,
y espero que lo pagues,
con lágrimas, sangre y sudor.
Conseguiré por fin
que el reloj también te atrape,
ve y dile al mundo “fui yo”.
Desde el momento en que nos dijimos
que no habría más
que un solo aliento de dos,
nos convertimos en esclavos del reloj
siniestro, horrible, impasible
corre el tiempo,
en todo golpe es la ley,
amenazados por un segundero fiel.
Tres mil seiscientas veces por hora,
a cada instante Damocles es
un invitado más de Charlie Baudelaire.
Me quemaré por tí
y espero que lo pagues,
con lágrimas, sangre y sudor.
Conseguiré por fin
que el reloj también te atrape
ve y dile al mundo que NO
ve y dile al mundo que NO
(ve y dile)
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2. |
Dientes
05:10
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Suele ocurrir que a menudo las cosas no van
como imaginamos, y, como quisimos soñar,
nos despertamos sudando y dejando al azar
las vueltas que nuestra vida aún ha de dar.
Sientes el suelo temblando a tus pies,
y oyes tu boca gritarle a esos pies, que no responden.
Sigues mintiéndote por no mirarte al espejo
que sigue mostrando la cruda verdad
Por fin decides que es hora de andar,
pero andas perdido, aturdido y detrás
de los humillados, proscritos, maldito puñal
el que me clavaste creyendo ayudar.
Sientes que el suelo ha dejado de ser
trampa del cielo, y, con tiempo, por fin tus pies responden.
Rompes de un golpe el espejo y te ves
frente a tu rostro hecho añicos de piel.
Ahora quien tiembla es quien te ha de morder.
Ahora le enseñas tus dientes sedientos de sangre.
No queda nada que temas perder,
no quedan restos del hombre que ayer
se retorcía pensando en lo que
pudo haber sido mas nunca más fué, y fué allí donde
cerca estuviste de capitular,
donde pudiste volver a reinar.
Suele ocurrir que a menudo los sueños se van
por donde vinieron, la vida, que es sueño, se va
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3. |
Diferente
05:34
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Lamiendo asfalto y polvo,
dejando atrás la sensación
de una derrota
tras otra, y tras la humillación
de vernos dentro y fuera
de algo que era nuestro, y después
de que supiéramos que
nunca nos lo iban a devolver...
Dónde
irme,
la carretera es libre, que dios nos libre de volver
rumbo al norte,
rumbo al fin del
mundo conocido, toca levantarse y levantar,
sobre estas ruinas,
una nueva identidad,
un nuevo futuro y una nueva realidad,
diferente,
libre de serpientes que
escupan veneno, que se mueran en su edén.
Diferente
Una nueva identidad
La carretera
acuna una posibilidad,
que agarraremos
al vuelo hasta poder volar
hacia aquel cielo,
vía de acceso a través del
último infierno que
nos regalaron antes de emprender
rumbo al norte,
rumbo al fin del
mundo conocido, toca reinventarse y demostrar
que eres libre
que estás vivo
que nos han tocado, pero no nos hundirán jamás
bajo estas ruinas,
una nueva identidad
un nuevo futuro y una nueva realidad,
diferente,
libre de serpientes que
escupan veneno, que se mueran en su edén.
Diferente
Una nueva identidad
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4. |
En el mismo instante
05:47
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Desde dentro
del corazón,
desde el miedo a quedar aquí anclado en este horror,
desconecto el
respirador,
deshago el nudo que aprieta, y ¿qué queda entre tu y yo?
Sin más,
lo meto en el cajón,
cierro con llave y la llave y tus besos al Nalón.
No hay más,
no queda qué decir,
no quedan ni ganas, ni fuerzas ni sueños que cumplir.
Porque en el mismo instante
en que te conocí
no hubo forma de pensar
que esto que llamamos "nuestro"
fuera algo que salvar
Descubrí,
desnudo sin tu piel,
que aquellas manos tuyas no acariciaban bien.
Descubrí
que el mito del grial
era tu sueño, no el mío, y una mentira más.
Porque en el mismo instante
en que te conocí
no hubo forma de pensar
que esto que llamamos "nuestro"
fuera algo que salvar
del fuego que una vez prendimos
y no supimos apagar,
y el precio que esta vez pagamos
es la vida que se irá.
Desde el centro
de la razón,
y lejos ya de impulsos de rabia y de dolor,
recordé
la lucha entre tu y yo,
los años perdidos y el gesto fingido que me unió
a tí en el mismo instante,
y aunque te conocí,
no hubo forma de pensar
que esto que llamaste "cielo"
fuera algo que mandar
al fuego de aquel mismo infierno
del que fuiste a salir,
y al mismo que esta vez te mando
y no pretendas regresar
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5. |
Tourmalet
06:29
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Te he visto creyendo en sombras,
fantasmas de cine, escenas de
mentira y verdad a medias,
embuste perfecto, película de serie B.
¿Dudaste al abrir la puerta?,
¿dudaste al entrar a donde hoy
aún sientes que no te encuentras,
y sientes el miedo a perder lo que nunca existió?
Quisieras verme allí, cuando se suba el telón de papel.
Y puede ser
que aún tengas mucho que perder,
que pierdas algo más que fé
Y puede que
te pierdas de vuelta, un tourmalet,
camino de piedras, hambre y sed
Debiste caer en brazos
de un sueño profundo de prozac,
debiste cerrar los ojos,
y probablemente las cosas te irían mejor,
dejando tu suerte intacta,
trileros a un lado, a un metro o diez,
no en manos de un tal Perete,
jugando tus cartas envuelto en un manto de hiel.
Quisiste verme allí, cuando las puertas volvieron a arder
Y puede ser
que aún tengas mucho que perder,
que pierdas algo más que fe.
Y puede que
te pierdas de vuelta, un tourmalet,
camino de piedras, hambre y sed
Sueltas la venda que te impide ver,
y la que te ciega ahora es la luz de ayer
Y aún pides que alguien te salve,
te saque del pozo de alquitrán
en que te bañas con clase,
pero es muy difícil tratar de salvar a quien cree
que no necesita a nadie,
que piensa que tú eres el error,
que piensa, con dos cojones,
que son los demás los que viven sin rumbo y timón.
Recuérdame esta vez que prenda el fuego y que tú ardas en él
Y puede ser
que ya no tengas que perder,
y, solo entonces, puede que,
que vuelva a haber
una única forma de volver,
camino de piedras, hambre y sed
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6. |
Hasta el final
04:16
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7. |
El club
05:11
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El agua en los cristales se posa, el frío otoño ya va a despertar.
El tiempo va pasando en silencio y decidido a no volver a hablar.
Años que callan, que surcan su rostro en busca de una cara sin borrar,
y los recuerdos que llaman con fuerza, abre la puerta y déjalos entrar
Ojos al suelo y con rumbo incierto, lluvia calándose hasta en el reloj.
Se escucha en algún sitio una voz de una radio, algo que dice llama su atención.
Calles vacías de un frío Septiembre, fecha alzada de un triste final,
y los recuerdos que llaman con fuerza, abre la puerta y déjalos entrar
Bienvenido al club
Bienvenido al club
Bienvenido al club de las almas heridas
Bienvenido al club
Bienvenido al club
Bienvenido al club de las balas perdidas
El cenicero rebosando los restos de una vida, cenizas al mar.
Los hielos caen con miedo en el vaso, el ron añejo los devorará.
De vuelta a casa, a las noches en vela, aún queda mucha cera por quemar,
y los recuerdos llaman con fuerza, abre la puerta y déjalos entrar.
Bienvenido al club
Bienvenido al club
Bienvenido al club de las almas heridas
Bienvenido al club
Bienvenido al club
Bienvenido al club de las balas perdidas
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